mi recuerdo favorito

Mientras sueño los ojos amarillos del gran lobo negro.
Creo en que la condición de poeta no te esta ayudando a salir, tus palabras recuerdo cuando me pongo a dibujar o pintar y se que tanto puedo estar yo en lo cierto como tu en las discusiones, el único con el que puedo estar a gusto y odiar has sido siempre el mismo porque realmente nunca finalizamos un tema lo suficiente para dejarlo atrás.
Envidio la pequeña rosa que te tiene como espina, cuando en ocasiones me pregunto si será al revés.

Ya hace tiempo que se borraron las últimas huellas que dejaste cerca de mi cueva, claramente clavadas en la nieve al seguir el rastro de sangre que habías dejado en nuestro encuentro, maestro de mis mentiras y doble cara.

Se que algunos animales ven mal el hecho de que para defenderme tenga que mostrar mis garras y colmillos, con miradas penetrantes y el seño fruncido, en ocasiones lo ven “muy humano” pero se que no es así porque somos pocos los nocturnos que bailamos la danza de la luna.
Con aullidos te llamo, para lamer tus heridas.